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miércoles, 30 de diciembre de 2009

m a r i p o s a r i o

Dicen que el cielo no puede ser
para las personas del mundo.
Y las alas entonces?
las aspas cosidas en el traje
para pasar los días como en un mariposario?.
Pueden ser para nosotros
las sonrisas
las marcas coloridas en los hombros
donde aves burbujas estallan,
que sea para nosotros la espuma
que viaja en las alas livianas de los árboles,
si no el polvo de estrellas
el polvo de la calle en un baile,
si no es para nosotros el sabor añejado entre nubes
será el descorchar
y regar la espuma
Burbujear en el aquí,
debajo.


viernes, 25 de diciembre de 2009

34.

II

-Vivir es una cuestion de actitud
dicen los cadaveres que juntos
cenan el banquete de año nuevo
y comparten sus copas.
El cadaver poeta enconta:
-le entregue tu nombre al vino
y al whisky
y al vodka
pero ahora hierve en mi sangre
.
El cadaver musico argumenta:
-Ella se salio de si
y yo de mi,
el de re, y asi todos
.
El cadaver luna refleja:
-No se muere de amor
pero el mio y el tuyo y el suyo
podrian haber apuntado a un mejor lugar
.

jueves, 24 de diciembre de 2009

--- --- --- ---


hs.
hs.
hs.
hs.

para siempre




nunca más

hs.
hs.
hs.
hs.

Ejercicios. Siempre

Siempre nos sorprendemos de lo
inefable de la
estela de los encantamientos, que
moribundos nos mantienen
presos de palabras pérfidas,
robustas, que ríen
entrópicas en este extremo del enigma,
soñando como soles
implotando insulsos
en estos extremos
manejamos la miseria
paso a paso
rienda rota
esperando escapar esta vez del ensueño.



Al menos hoy
comparto el deseo de la vida
la chispa del momento
el contorno del dia
la fragilidad del tiempo
con vos.



El dia brilla demasiado para abrir los ojos.
escucho
como el viento busca el horizonte
entre pastizales altos del camino.
Debajo de ellos,
al menos hoy,
un dragon de ensueños
no nos dejara verlo.

(23/12/09)

domingo, 13 de diciembre de 2009

Miss Ansias


Estas ansias
me hacen querer fagocitar caminos enteros
con sus árboles
y todos aquellos pájaros desprevenidos.
Ansias de recorrerte
Mirarte un rato largo la boca humedecida
por palabras volátiles
palabras giratorias que suben
hasta los altos techos blancos
y yo tumbada mirándote la boca.
Hiperfagia errante devorándome
Son mis ansias
Hasta que quede un bocado de mí
preguntándose
por qué era que quería recorrerte.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Ranas albinas


Pequeñas penas
como ranas albinas
claras, difíciles de encontrar
esas que se guardan en verdeoscuras peceras
alimentadas con puñaditos de desencantos.
Imagen reticulada:
pequeñas penas
que van decantando
entre las piedras,
caracoles,plantas de plástico
a yacer con lo muerto
a vivir de la energía calórica
de colores ajenos.
lo peor de las pequeñas penas
es que se mimetizan con el fondo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

No existen los finales para siempre (drama inconcluso en continuos actos)




El lago se secó, se regeneró, se volvió a secar y se regeneró otra vez.

I.
Casi casualmente, emergió tu cuerpo, braceando, respirando fuerte el aire enrarecido que nos cubre.
Ayer dije: no daré más letras al adorno de tus dientes, al caos que se arremolina en tus cosas.
Y sin embargo, me muerde en los labios la tormenta que siempre venís arrastrando, me hace beber agua de lluvia con avidez vagabunda.
Sabido fugaz momento, una gloria que cuesta días enteros de derrota. Calor que en la ausencia se vuelve un frío checoslovaco: raro, lejano, interminable.

II.
Cuando pasen los flashes nos miraremos las cicatrices, las manchas de nacimiento, alguna que otra marquita que dejó una varicela.
¿Y entonces, seguiremos siendo los mismos que pensábamos, esos a los que en la oscuridad les centelleaban las pupilas, esos de la boca humedecida?.

III.
Busco alivo a la lumbre de este manto de estrellas, diciendo que no basta toda la belleza mundana, que la extrañeza de esa mirada oculta algo siniestro, que el bien, que el mal, que la noche que miente, que los días enteros de derrota…

IV.
Más cuando el alivio llega,no sos ya tan interesante, ni tan pérfido ofidio. Sólo queda el filo de tu lengua, fuente de sabiduría nihilista _oh, dudosa sabiduría, palabras bibelot, maquillados placeres.

Tiempos no verbales



Tenés un corazón azul
Alucinando adentro de una casa de cartas
Con las mariposas nuevas haré mi propia casa
Para contarte
Una de mis delirantes historias de carretera
Una ilusión sostenida
Que guardo en un frasco algo raro que quiere ser llenado
Alojado en este costado
Tan cuidadosamente contenidas las pulsiones
Y tejidas con hilos barajados de texturas Insospechadas
Cuántas conjugaciones de verbos posibles
Para que, finalmente, estemos siendo.

sábado, 5 de diciembre de 2009

A Beth Gibbons y Roque Dalton por igual

Amo a la mujer lánguida
de cabello rojo cayendo lluvioso
por las mejillas blancas,
con su voz de papel
crujiendo en el alambrado,
brazos de amapola mecida
por las abejas
zumbido en off de siniestro perfume.

Amo al poeta del tabique partido,
pómulo punzado
por el hierro implacable
de un dueño de las risas,
parpadeo del neón
escupido en los oídos de las urbes.

Los amo a los dos,
que nunca se darán cita
en la taberna sepia, en el gris café.

Poema Epitafio




Colgada de la soga
de una tarde helada
serpentea tu camisa.
Un rayo de luz le tiñe el bolsillo
de un azul más claro.

Leve elevarse de gasas sin ansias.

Las bandadas que imitaban
las velas abiertas del pólem
cuando recién zarpaba,
volaron dejando huecos
por donde adivinar sus ecos casi extintos.

Agua quieta de un lago de artificio.

Ecos casi presa de un principio de olvido.
Es el fin, dicen las flores
desde el humus para otras flores.
Tenues grafismos morados de trayectorias inciertas
yacen en blancas regiones,
caminos húmedos de los que se evapora el aliento.
Besos obsoletos.

Lento enmohecerse de los parques en las fotos.

Desenredo un hilo
de aguaceros concéntricos,
ovillo que apareció
regado por el suelo de un sueño
donde anidaban montones de camisas azules
Y el cuello de una entre mi nariz y las manos.

Voces en el pasillo de al lado, voces sin cara.

Y las noches
desenredan cintas de canciones
que siguen el curso de las gotas
escurridas con fuerza de aquel ovillo.
Tengo un dolor de hielo
quemándome el borde de los dedos.

Golpe de lavatorio en la mañana del invierno.

Mientras tu camisa se mece
Al viento de una tarde de acero
Camino,
todavía en otro poema,
tratando de recordar el olor de algún sueño.

Exhalación de bisturí en la cima de la espalda.

Campanas violetas de una enredadera
Se desprenden del alambrado de mi costado,
tocando las últimas notas de mi ensueño.
Y se vuelven a prender de mis costillas,
Burbujeando al tiempo que se apagan.

Tren que se ahoga en un mar de perros.

Por las paredes empapeladas de mis pulmones
Respiro las palabras
que entraron para irse pronto en hojas que amarillean.
Entrecierro los ojos buscando no sé qué cosa.
¿Cómo era que empezaba la canción?

Libros que no voy a leer abrazados por el polvo.

Las flores se nutren del humus que otras dejan.
Ya no habrá día más triste que éste,
porque tu nombre devolví a millones de extraños.
Un trapo azulino ha ganado manchas,
quizá en un patio desconocido.

Irreversible olvido de lo que en el vidrio empañado.

X-Y


Entretanto,
sospecho que somos las dos incógnitas de una misma ecuación,
y,
en la curva del tiempo, en un futuro remoto o inmediato,
nos podríamos resolver.

Y sin embargo vivimos


I.

_No entiendo cómo es que hay gente que no tiene fe.
_Y sin embargo vivimos.

II.

Que insoportable debe ser no poder equivocarse
Tener que amar siempre
Y poner la otra mejilla.
Tener que ser cortés y medido con tus hermanos.
Pasar tu adolescencia sintiendo culpa.
Tu juventud encerrado en la fantasía de un reino fuera de este mundo.
Tu adultez reprimiendo a tus hijos.
Tu vejez esperando un milagro.
Y jamás, jamás, aunque sea para probar su sabor,
haber bebido todo el sol de un trago,
de la copa de la luna toda la sangre.
Haber escuchado la cinta del lado B
sin buscar señales en los libros blancos.
Haber manchado la camisa almidonada.
Haber escupido sobre la anatomía de otro.
Haberle lamido la dulzura de la espalda a los días.

T i n i e b l a


I.(voodoo child)
Una limonada
en la vereda.
Una camiseta blanca de morley.
Una silla.
Un sombrero.
Sos hermoso.
Te trajeron aquí todas las películas que vi,
Todos los paseos en bicicleta.

II. (Narcocorrido)
Ay de mí !
¿Dónde estará mi casa?
Mis plantas deben extrañarme,
mi cosecha de albaricoques solitarios gritando ¡traición!.
Desde que me diste la lengua y la música
me jacto de estar bajo efectos de algún almo-activo
flotando,
lejos, muy lejos
de donde andaba el día que me acercaste tu pañuelo con formol.
En el aire psicotrópico
Toda la gente se besa
se hacen Pangea los continentes
hasta los albaricoques se ponen a bailar.

III.
Lo veo todo en sepia cuando te acercas
Cruzas la calle, la puerta,
el intersticio entre nosotros
y me tiemblan las rodillas
como canario fugado.
Estoy incubando algo.

IV.(Spaghetti western)
Cada paso que te adelantás
aumentan las palpitaciones.
Apreto el gatillo en el bolsillo de mi abrigo
mientras te sonrío de par en par.
Te voy a disparar por la espalda o a la cara,
río poseída.
Vos acomodás el ala del sombrero
seguro de los pasos por venir
y cuando llega el momento del impacto
siempre, siempre
ocurre lo mismo:
Una flor una pluma un sándwich
una soga para que me ates a la pata de tu cama,
eso es lo que tengo entre las manos.

Quedan Restos


I.
Eramos una Pangea humana.
Luego los sismos,
los mares que se iban extendiendo
a un lado y al otro
de los trópicos.
Y cuando ya dábamos nuestra propia sombra,
nos olvidamos.

budismo para principiantes


Yo sabía en la que me metía
cuando dijiste fuego.
Conteste a oleadas,
contesté y te negaste
resististe encadenado
palabras de sirena convertida
DIGALE NO A LA FE,
te gritaba.
Se puede vivir sin creer,
se puede pasar de nivel haciendo trampa
Budismo para principiantes.
NO DESEAR, NO SENTIR, NO TEMER
No hubo manera.
Impávido
me cercaste en un abrazo de helecho
de esos que crecen de las grietas.
Inexplicable florecer del hormigón
donde pude al fin dormirme.

Canción seca ( para un fin del mundo)



Sólo poemas en la heladera
Nada que comer,
Sólo palabras.
Se sienten a lo lejos algunos ecos de terremotos.
Una canción se fríe lenta con pedazos de una voz.
En los impactos de paredes derrumbadas hay una advertenca:
Que cada uno se quede donde esté.
Que cada uno se quede donde esté.
Que cada uno se quede donde esté.
La ciudad se deshace en caravanas de polvo
Ejércitos de piel muerta trazan en espirales la calle.
Rechinan ventanas al tropel del ejército
que trae el viento, los recuerdos aplastados en dos metros cuadrados.
La filosofía no pagará mis cuentas
Dijo el portazo
que cortó el aliento.