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martes, 31 de diciembre de 2013

200.

A las tres de la madrugada el aire se pone liviano, como si el calor y la humedad que se fueron se hayan llevado consigo el espesor que habita los atardeceres.
En eso estaba pensando Mariano cuando Aylén le preguntó.
-¿En qué estas pensando?
-En que tengo hace meses un dolor chiquito esperando a que pase lo inevitable.
-Sos muy rápido para las metáforas y los simbolismos raros- dijo Aylén con una sonrisa afable
-Y vos no siempre sos tan perceptiva- respondió Mariano con los ojos cerrados, mientras pensaba una forma menos poética de decirle que entre ellos ya no había nada.

204.

Él partió y mi dolor
de miedo del deseo
tiene dice fuego
dice que llevándome las sombras
mí cuerpo tatuado en el silencio es tristeza es muerte.
Vea, no solo la muerte termina con todo.
Nosotros también, ahora, nos vamos para nacer.
me fui amor para nacer en los ojos de otro.
la sed nos nace, los ojos no.
y en los míos he sido
ahora de nuevo
soy.

viernes, 8 de noviembre de 2013

193.

Mi alma pesa 25 gramos.
y está hecha de humo que se pierde.
Flores que se queman, humo que se pierde.
Y ceniza, 25 gramos de ceniza que se cae.

Un suelo donde se entierra
mi alma también es un suelo.
un agujero, una madriguera.
un vacío.
Un brote, sin semilla.

una cicatriz en el rostro,
mi alma también es eso.
Un bosque a la noche
refugio para lo muerto
misterio donde fugan las certezas
único lugar que habitamos.

martes, 29 de octubre de 2013

196. Reescriturra n° 1

Un hombre viajó por todo el mundo. Visitó muchos países, vivió en muchos pueblos y pisó muchos barrios.
Al volver a su ciudad natal contó a los pocos viejos amigos que aún vivían y a los muchos nuevos pobladores lo que había conocido en sus viajes. "El mundo es un pañuelo."

Eso dijo, y agregó: "Y está repleto de mocos que habitan en él." Hay mocos verdes, mocos amarillos. Mocos rojos llenos de sangre y mocos grises llenos de tierra. Los hay moquitos flojos, que se caen solos, y los hay persistentes, que resisten mil esnifadas. Los hay líquidos que se mueven por todo el cuerpo y los hay coagulados en la vista o en las ideas.
Cada moco es particular, no hay dos iguales. Mocos duros y mocos blandos, cuidan sus narices con pasión y alegría o quedan presos de sus paredes. Se dejan estar pegados o salen disparados.

Hay mocos que, de tantas ganas nomás, contagian a todo el que se les acerca, y otros que están curados de antemano...

198.

 Desde el tercer piso no se ven tan pequeños. Se distinguen rostros, incluso. Pero es seguro. Desde esta altura es seguro. Solo siento pena por mi familia, y tal vez por mis amigos.
Una pierna primero y la otra después. Aferrarse con fuerza al cemento a retaguardia y dejar caer, antes del cuerpo, algunas lágrimas.
 Luego, dejar de imaginar la muerte y bajar las escaleras desde la terraza hacia el buffete.

martes, 17 de septiembre de 2013

195.


Cuando querés a alguien
hay cosas que es mejor no decir.

Pero igual hace falta sacarlas afuera.

Yo me dí cuenta que el castillo que estaba construyendo era de arena
cuando vino el mar y se lo tragó de un bocado.

Me quedé en la playa viendo al agua comerselo.

Y no atiné a huir ni ahogar
disparé y no atiné
a la locura y al abandono
recibí y no atiné

El pretérito perfecto es mi tiempo
y bien sé que de perfecto solo tiene el nombre.

En los verbos el pretérito es un accidente.
Acaso sólo soy un verbo?

Acaso el tiempo es un accidente
y tiene el nombre de los errores.

miércoles, 24 de julio de 2013

192.

Yo lo llamaría amor.
Amor siento por esta mujer
que se mantiene durante el día con una presencia constante y ligera en mis pensares...

Cuando me doy cuenta que estoy pensando en ella me quema el alma, quiero hacerla mía.
Una vez más, las noches que no paso en ella son como una culpa.
La extraño, pero debo callarle mis dolores para que así ella también me extrañe...

Cama, oh mi cama.
Guardas mis sueños entre tus sábanas.
Tu sí conoces el sabor de la mañana.

Y mis noches...
Mis noches no son mis noches, son tuyas.
Protagonista de las pasiones,
prisión de secretos,
dejé mi marca en tu cuerpo tendido.

Te encanta cuando hacemos un trío...
Amante desinteresada,
gimen tus palabras cuando muerdo la piel de tus almohadas...
Quién pudiera saberse no utilizada??

Cama, oh mi cama.
Cuando muera habrá un traidor
que me encierre en un cajón y me aleje para siempre tus frazadas.

Guardarás mi recuerdo, cama, en esa hora fría
más fría que cualquier invierno?

Cama, tus gestos horizontales inspiran incluso a la Madonna.

miércoles, 3 de julio de 2013

...

¿Cómo hace una para saber que está amaestrando un tigre y no alimentándolo?
Si te lo preguntás, seguro lo estás alimentando
Una esperaría que haya señales que nos indiquen más bien una cosa o más bien la otra...
Por ejemplo, si el tigre engorda y engorda y a vos te empiezan a faltar los miembros lo estás alimentando
Esa sería una señal muy evidente
Si buscás tu anillo en el vómito del tigre, lo estás alimentando
Bueno, pero qué hay de malo en alimentar un tigre después de todo?
Yo diría que necesitás un palo largo y sangre que no sea de tu propio cuerpo
Y si se acerca?
Retrocedés
Y si se va?

No, momentito... es que el tigre tiene que vivir en una jaula. Nadie amaestra un tigre en la selva. Jaj, en la selva se va. O te come o se va.




lunes, 6 de mayo de 2013

189.


Tenía la mirada perdida.

Hace tres años, una noche, había salido a buscar el sentido de la vida.
Encontrarlo fue tan sencillo y natural que no se dio cuenta todo lo que implicaba.
Después del beso, de la cama, había perdido la mirada.

Durante mucho tiempo la situación no fue ningún problema. La gente que se cruzaba le hacía notar su carencia, pero Ariel contestaba que a cambio había conseguido algo mucho mejor. Estar enamorado también incluye tener la mirada perdida.

Pero ahora el amor ya no estaba, y el vacío restante era tan evidente que había que hacer algo.

Otra noche, después de tres años, había salido sin compañia, deseando con el poco corazón que le quedaba que no tener ningun plan para salir a flote sea el camino correcto.
Ya sin ganas de caminar bajo los tilos se sentó a pensar un plan y se acordó de aquello.
Ahora buscaba su mirada perdida entre los edificios, quizás detrás de ellos todavía existe el horizonte.

Con su cara a la altura de las fantasías, la brisa le llamó a los ojos.
Cuando los abrió vio mil cuerpitos marrones bailando en la calle.
Fue sencillo y natural: las hojas caídas de las ramas de su cuerpo le dijeron que la felicidad también es una cuestion de actitud.


martes, 26 de marzo de 2013

190.

tra
quete aba
lapa jari ta

co monú
nafragán cialoca

Yenlas carava nasdí
áfanas queso liam
oshacer

toma bamostre
nesae lhorizonte.